"La excelencia es una actitud, no un resultado"

Esa búsqueda para avanzar y mejorar, lleva implícita la
necesidad de cumplir unos hábitos que te guiarán hacia el éxito. Estos son algunos
de ellos:
1. La
formación
Ya lo dice el refrán: “si te quedas quieto, avanzarás
hacia atrás”. ¿Eres feliz con las aptitudes, técnicas, habilidades y
conocimientos que tienes o quieres mejorarlas? Si eliges la primera opción,
pronto conocerás la cara del conformismo y sus consecuencias. Si prefieres la
segunda opción, entonces eres exactamente el tipo de entrenador que cualquier
equipo le gustaría tener. Acude a cursos especializados, aprende nuevas
habilidades, estudia a los mejores, pregunta todo lo que no sepas. Cuanto más
te formes, más valioso serás para los deportistas que estén a tu cargo.
2. La proactividad
Es la actitud en la que debes asumir el control de tus
acciones de forma activa. Seguro que has escuchado alguna vez que hay tres
tipos de personas: las que no saben que pasa a su alrededor; las que ven lo que
pasa a su alrededor y las que hacen que sucedan cosas a su alrededor. En este
tercer grupo estarían los entrenadores proactivos. Y estas son algunas de las
características que te definirían:
- Debes siempre tomar la iniciativa.
- No abandones al primer mal resultado.
- Busca información para actualizar tus conocimientos.
- Adáptate a las características del entorno que te rodea.
- Buscar soluciones a los problemas en lugar de esperar a que pase algo.

3. La responsabilidad
Ser entrenador te supone tener una posición de
liderazgo con los jugadores a los que entrenas. Pero también supone tener una
gran responsabilidad sobre los mismos. Debido a esta responsabilidad hay algunas premisas que nunca debes
olvidar:
- Debes animar a tus jugadores a que sean deportivos.
- Nunca debes comprometer la seguridad ni la salud de los jugadores.
- No olvides que los jugadores son antes personas que deportistas.
- Debes saber combinar ser un maestro y un amigo con la disciplina y el respeto necesarios.
- Motiva a los jugadores cuando todo vaya bien pero sobre todo cuando los resultados no sean los esperados, realzando sus cualidades y buscando objetivos y logros adecuados a sus capacidades.
- Interésate por cómo son tus jugadores fuera de la pista.
- Debes ser consecuente con tus decisiones, para bien o para mal.
- Da un buen ejemplo a tus jugadores teniendo un comportamiento correcto en todo momento.
- Aplica la formación adecuada para cada edad. Si te saltas etapas, el éxito presente puede ser el fracaso futuro.
4. El enfoque
5. La autorreflexión
A lo largo de tu carrera, debes tener el hábito de
evaluar tu desarrollo personal y profesional. En intervalos regulares analiza
lo que has hecho y lo que necesitas para cambiar o mejorar. Aplica la
autocrítica y la reflexión para que vayas aprendiendo en cada paso del camino.
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