domingo, 13 de diciembre de 2015

CÓMO GESTIONAR CON ÉXITO UN EQUIPO Y NO MORIR EN EL INTENTO



Tanto si eres un entrenador novato como si ya “tienes el culo pelao”, como decía Luis Aragonés, una de las cosas que casi con toda seguridad primero te planteas es: ¿cómo voy a gestionar a mi (nuevo) equipo esta temporada? ¿Sabré hacerlo para conseguir el mayor éxito posible?

A lo largo de una temporada sabes que debes gestionar muchísimos aspectos. Programas mesociclos y microciclos; preparas entrenamientos; grabas partidos; etc. Y fuera de estos aspectos deportivos e íntimamente relacionados con ellos, la gestión de las personas se antoja fundamental a la hora de que puedas llevar a buen puerto a tu equipo.

Por todas estas cosas y muchas más, poder gestionar con éxito un equipo es uno de los mayores retos a los que te vas a enfrentar cada día.

A partir de este momento, quiero darte a conocer algunas pautas que puedes usar para poder gestionar con garantías de éxito a tu equipo, creando un clima que te permita enseñar y formar a tus jugadores con las mejores garantías.

¡Venga, que empiezo!

Esto es lo que necesitas para gestionar un equipo.

Seguro que si preguntas a nuestro amigo google ¿qué necesito para gestionar un equipo?, te saldrán algunas decenas de miles de entradas en las que poder informarte.

Lo que yo te planteo en este post es uno más de esos métodos que a mí, como entrenador, me está sirviendo después de muchos años entrenando.

Te propongo tres aspectos fundamentales para una correcta gestión de tu equipo.

1. Control del grupo humano con el que trabajas.
Si no controlas a tus jugadores no hay avance posible. Por tanto, tendrá que convertirse en una de tus prioridades. No quiero que pienses que, en este caso, hablo del término control desde una perspectiva negativa, sino que lo veo fundamental para poder llevar a cabo cualquier proceso relacional con tus jugadores.

Para conseguir ese control tienes que fijar límites. Para ello tienes que organizar una reunión a principio de temporada (o cuando sea necesario) con tus jugadores para elaborar cuáles van a ser las normas del equipo.

NUNCA seas tú el que impone dichas normas, puesto que entonces tus jugadores no las verán como suyas. Y si no, piensa cuando te imponen una norma a ti y que debes cumplir, pese a no estar de acuerdo.

Adáptate a las edades de tus jugadores, guíales si es necesario, pero esa fijación de los límites y normas del equipo debe ser conjunta.

La elaboración de las normas en un equipo da para otro post pero, a modo de resumen, te doy algunas pautas para su elaboración:

-        Evita la palabra NO en la redacción de las normas. Prohibir provoca deseo… y lo sabes (jejejeje)
-    Las normas tienen vida. Algunas “mueren” y otras “nacen” a lo largo de la temporada. Las normas no son inamovibles para siempre.
-         Mejor pocas normas y asimiladas que muchas y diluidas.
-         Que no se te olvide que cada norma tiene que tener sus “consecuencias” en caso de no cumplirla.

2. Relaciones intrapersonales e interpersonales.
Nunca va a existir una buena gestión de tu equipo si no hay una buena gestión personal. Dicha relación tiene que ver con la gestión de las emociones.

Para ello tienes que tener en cuenta ciertos aspectos, como los que te voy a explicar a continuación.

No puede haber una buena gestión del equipo si no existe un conocimiento por parte de todos los componentes de tu equipo. Es decir, los jugadores tienen que saber quiénes son ellos, como les ven el resto de compañeros y el entrenador, quién es el entrenador, etc.

Desde mi punto de vista se trata de uno de los retos fundamentales a los que nos enfrentamos todos los entrenadores.

Una buena forma de trabajar el autocontrol y autoconocimiento es a través de dinámicas de grupo. Como por ejemplo ésta que te resumo a continuación:

-         Cada jugador tendrá una tarjeta como esta. Poniendo su nombre en cada parte y solo rellenando la parte de ¿cómo soy? con tres adjetivos:


-        Después reparte las tarjetas (dobladas por la mitad para que no se vea lo que han puesto en el apartado ¿cómo soy?) de forma aleatoria, teniendo en cuenta que a cada jugador le tiene que tocar una tarjeta que no es la suya. Entonces rellenan el apartado ¿cómo me ven? Donde tienen que poner tres adjetivos del compañero que le ha tocado.
-      Posteriormente se devuelve a cada uno su tarjeta y se les da un tiempo breve para que comparen las dos partes.
-       Por último se hace una reflexión entre todos donde pueden aparecer preguntas como:
o       ¿Coinciden los adjetivos de ambas caras del papel?
o       ¿Qué he sentido cuando he leído los adjetivos que han escrito sobre mí?
o       ¿He aprendido algo nuevo sobre mí?
o       ¿Volvería a escribir los mismos adjetivos ahora?
o       ¿Me conocen mis compañeros? ¿Y yo a ellos?

Tampoco puede haber buena gestión en tu equipo si no se practica la Asertividad. La asertividad es el equilibrio entre ser agresivo y ser pasivo. Todos tenemos que ser capaces de trasmitir nuestras opiniones sin humillar pero también sin ser sumisos. Aprendiendo a decir NO cuando creamos oportuno pero siempre de forma educada y justificada. Además, fundamental para ser asertivo es escuchar a la otra persona. ¿Verdad que te sientes mejor cuando sabes que te están escuchando?

Esencial también que comuniques a todos tus jugadores cual es su rol dentro del equipo. Si todos saben cual es su función, la gestión del equipo será mucho más llevadera.

Y por último, saber comunicarte con tus jugadores y que sepan hacerlo entre ellos, es imprescindible para ser un buen gestor. Para ello te doy algunos consejos:

-       No inicies ninguna conversación si tú o las otras personas estáis alterados.
-       Nunca juzgues antes de escuchar a la otra persona.
-       Habla el mismo lenguaje. Adáptate a la edad de tus jugadores.
-       Elige un buen momento y un buen lugar para iniciar la conversación.
-       Fomenta el uso de preguntas abiertas, es decir, que favorezcan una respuesta que no sea sí o no.

3. Entender qué es el rendimiento.
Pese a todo lo que te he contado hasta ahora, al final, el rendimiento deportivo se convierte en la base para una buena gestión del equipo. Si se gana, todo irá bien. Si se pierde, aparecerán los problemas.

Por rendimiento me refiero más a un aspecto individual que colectivo. Es decir, que cada jugador aprenda lo máximo posible dentro de sus posibilidades. Esto inevitablemente va a aumentar también el rendimiento global de tu equipo.

Si te pregunto que qué entiendes por rendimiento, seguro que al final siempre aparecerá la palabra éxito, ¿verdad?

Pero ahora te pregunto. ¿Qué entiendes tú por éxito en un equipo?

¿Me comprarías esta definición? El éxito es la consecuencia de lograr ser un buen equipo, habiéndonos convertido en mejores personas.

Y ser buenos jugadores y buenas personas pasa por:

-         Tienes que hacer ver a tus jugadores la diferencia entre la actitud con él mismo y la actitud con el equipo. Si algunas de las dos faltan, no habrá éxito.
-  Si no les das un motivo y les incitas a que lo lleven a cabo (motivo+acción=motivación), no habrá mejora.
-     Debes captar la atención de tus jugadores para que empiecen a creer en ti (puedes leer mi post sobre la fórmula para que tus jugadores te sigan).
-         Incúlcales el respeto como forma de ser. Hacia ellos mismos, hacia ti, hacia los rivales, hacia el árbitro/juez, hacia la afición, etc.
-         Enseña a tus jugadores a ser resilentes. La resilencia es ser capaz de superar las adversidades para hacerte más fuerte.

Si has llegado hasta aquí te habrás dado cuenta de que para gestionar un equipo, es necesario algo más que saber preparar entrenamientos o programar.

Tienes que ser consciente de que se trata de todo un reto, así que…

¿Te atreves a aceptar este reto?


Me encantaría saber qué haces tú para gestionar de forma eficaz a tu equipo. No te cortes, y escribe en los comentarios.

jueves, 3 de diciembre de 2015

6 PASOS PARA MEJORAR TU IMAGEN COMO ENTRENADOR



Al releer el último post que escribí hace unas semanas sobre la existencia de diferentes tipos de entrenadores, entre ellos el entrenador cooperativo (puedes leer ese post pinchando aquí), decía que la mayoría de las veces, la imagen que tenían de nosotros desde fuera (los jugadores, la afición, los medios de comunicación…), coincidía realmente con cómo éramos de verdad.

Entonces me surgieron las siguientes preguntas:

¿Somos conscientes de la imagen que creamos de nosotros mismos?

¿Sabemos vender una buena imagen de nosotros?

¿Se promocionan los entrenadores para conseguir ocupar un puesto mejor? ¿Cómo lo hacen?

Piénsalo bien. ¿No somos un producto y como tal, queremos/debemos vendernos?

Tenemos una filosofía que queremos vender a nuestro equipo. Queremos que nuestros jugadores nos vean como buenos entrenadores. Nos gustaría tener buena imagen ante la afición.

Y ahora te pregunto, ¿Tienes un plan de marketing personal?

Si no sabes de lo que hablo o te gustaría tener un plan de marketing personal que te ayude a conseguir ser mejor entrenador, sigue leyendo. El éxito está a la vuelta de la esquina…

Tener un plan de Marketing Personal hará que te sientas motivado y te ayudará a alcanzar las metas que te propongas.

Sigue estos 6 pasos  y diseña tu Plan de Marketing Personal para ser mejor entrenador.


1) Define tu misión


Tu declaración de misión debe responder a dos preguntas:

¿Quién soy yo como entrenador?

¿Qué acciones tengo que realizar para lograr mis metas y objetivos?

Visualiza cómo quieres que te vean dentro de un par de años y no repares en detalles. ¿Cómo te sientes? ¿Cómo te ven tus jugadores? ¿Qué éxitos has logrado? ¿Cómo influyen en tu entorno esos resultados?

No tengas miedo y piensa en grande. Mírate como un gran entrenador de una gran Liga, el mejor de tu país, un referente reconocido dentro de tu deporte.

2) Analiza tus puntos fuertes y débiles


Este punto es importante porque te ayudará a descubrir qué se te da bien y las áreas donde puedes mejorar como entrenador.

Esto hará que te alinees mejor con tus valores y conectes mejor con tus jugadores. Sacarás a la luz las habilidades que te hacen diferente y podrás trabajar aquellos aspectos en los que menos destacas.

Para evaluar tus puntos fuertes, echa la vista atrás y mira qué experiencia tienes, cuántos equipos has llevado, qué nuevas habilidades has aprendido de cada uno de ellos, cuál ha sido tu carácter a lo largo de estos años, etc.

Estos valores te ayudarán cuando empieces a promocionar tu Marca Personal.  

3) Define tus objetivos


Sin un objetivo claro que sea real y alcanzable, olvídate que tu plan de marketing personal pueda funcionar.
 
Pero, ¿sabes definir objetivos? Sí, todos sabemos que un objetivo es algo que queremos conseguir, pero ¿sabes que características deben tener?

Todo objetivo para que sea definido correctamente debe seguir las características SMART

Specific (específico): el objetivo debe estar claramente definido.
Measurable (medible): tienen que poder medirse de forma numérica.
Achievable (realizable): tiene que ser un reto alcanzable.
Relevant (relevante): lo suficientemente importante como para mantenernos motivados.
Time framed (limitado en el tiempo): tiene que tener una fecha límite para conseguirse.

Ahora, coge lápiz y papel o ponte a escribir en tu ordenador y de acuerdo a las metas que hayas elegido para potenciar tu Marca Personal (como te veías dentro de un par de años) desarrolla una lista con aquellos objetivos que vas a poner en marcha durante los 6-12 próximos meses.

Por ejemplo: Si la meta de tu proyecto de Marca Personal es “Ser entrenador de una selección nacional de base”, tus objetivos deberían centrarse en:
- Aumentar en un 50%  el visionado de videos de partidos y entrenamientos de otros equipos, en los próximos tres meses.
- Realizar dos cursos de formación en los próximos 6 meses.
- Escribir un artículo al mes sobre contenidos de mi deporte en los próximos 12 meses y publicarlos en un blog para entrenadores.

4) Define tu Plan de Marketing Personal


¿Qué tal vas con el proceso? ¿Te sientes ya con una imagen medio definida de ti como entrenador? Venga que seguimos…

El plan será un conjunto de estrategias que vas a elegir para cumplir tus objetivos.  Responde a la pregunta ¿cómo lo quieres conseguir?

Para promocionar y comunicar tu imagen como entrenador, necesitas una estrategia. En marketing se habla de las 5 P´s: Producto (en este caso me refiero al entrenador, como Personas), Precios, Places, Promoción y Post Venta (evaluación).

- Persona: ¿Cómo te vas a comunicar? ¿Cómo vas a actuar? Ten presente que antes de empezar este proyecto de marca personal ya estás emitiendo muchos mensajes. Es mejor que los definas bien, que sean coherentes con tus valores.

- Precios: En lugar de precios vamos a pensar en honorarios ¿Cuánto quieres cobrar por hacer tu trabajo?

-  Places ¿Dónde te conviene estar? ¿A qué sitios vas a asistir para dejar huella? ¿A qué reuniones o eventos te conviene ir para promocionarte? ¿Cuál es tu red de contactos?  Tu red de contactos, en muchas ocasiones es la mejor expresión de quién eres.

- Promoción y comunicación: Todo lo que hagas emitirá información de cómo eres, de cuál es tu marca. Para ello debes ser consciente de cómo quieres darte a conocer. Presencia física, presencia en internet, los entrenamientos que realices, las conversaciones que tengas con otros entrenadores, lo que escribas en tu blog (si tienes uno), etc. Todo forma parte de tu Marca Personal.

Ante todo, la clave fundamental de tu imagen como entrenador está en que seas auténtico. No intentes imitar a nadie y sé tú mismo.

5) Ejecuta las estrategias


Ejecutar es sinónimo de actuar. De nada sirve tener muchas estrategias si se van a quedar plasmadas en un Excel o en un papel sin que luego las llevemos a cabo.


¿Qué acciones vas a realizar de acuerdo a las estrategias que has definido? Cada estrategia debes desglosarla en acciones concretas. No te olvides de ponerte una fecha límite para conseguirla.

6) Mide siempre lo que haces


Si no mides tus esfuerzos, estás perdiendo tiempo. Analizar lo que vas haciendo te permitirá manifestar el compromiso contigo mismo, te permitirá controlar y determinar el éxito del proyecto de imagen personal, para que puedas rectificar a tiempo si las cosas no estuvieran saliendo como lo has planeado.

Pregúntate ¿Estoy logrando los objetivos que he establecido en mi plan de marketing personal? Nunca lo sabrás si no mides.

Y pregúntale también a las personas con la que te relacionas. Sus respuestas serán un gran feedback para tu evaluación. 

¿Estás dispuesto a mejorar tu imagen? ¿Vas a hacer tu plan de Marketing Personal?