El otro día pude leer un tuit del psicólogo
deportivo Pep Mari (@pepmari4) que decía: “Si tenéis que ganar por cojones, ya
habéis perdido… 1º. Cabeza para tomar buenas decisiones. 2º. Corazón para
persistir en la lucha y 3º. ¡Cojones!”.
Inmediatamente visualicé esa frase en
cualquiera de los momentos en los que los entrenadores nos dirigimos a nuestros
deportistas: un tiempo muerto, un descanso, un entrenamiento, una charla previa
a la competición…
¿Cuántas veces has pronunciado esta frase o
alguna similar? “¡¡Vamos, tenemos que echarle cojones!!” Y ¿cuántas veces has
obtenido resultados positivos después de pronunciarla?
Normalmente sale a relucir esta palabra en
contextos como un final apretado de partido, en un inicio de campeonato, ante
una mala actitud de nuestros deportistas, etc. situaciones todas ellas
generadoras de estrés.
Si te ves reflejado en alguno de estos
casos, ¿cómo te repercutió en tu comportamiento? ¿Te pusiste más nervioso? ¿Te
vino la inspiración para plantear la acción definitiva para ganar? ¿Chillaste más
o estabas tranquilo?
Nuestro cuerpo se prepara para situaciones
problemáticas o difíciles, se prepara para reaccionar, se pone en modo alerta.
El secreto está en gestionar de forma adecuada la realidad con la que nos
encontramos a diario en nuestros deportes. Una mala gestión podría llevarnos a
perder el control de nuestras decisiones y contagiárselo a nuestros
deportistas.
Pero qué fácil es decirlo y luego qué
difícil llevarlo a la práctica, ¿verdad? ¿Quieres gestionar bien las
situaciones de juego para ganar? ¿Te gustaría enseñar a tus deportistas a
gestionarlas también? Pues atento que seguimos.
Lo
que leas a partir de ahora puedes aplicarlo contigo mismo o usarlo para tus
jugadores. Serán aspectos que debes trabajar en el tiempo para obtener los
resultados deseados.
Para tomar buenas decisiones, es
imprescindible captar la mayor información posible de nuestro entorno. A través
de nuestros filtros (culturales, deportivos, personales, etc) veremos una
realidad. Y sobre esa realidad decidiremos tomar una decisión y convertirla en
acción. Así se procesa la información siguiendo el modelo de Marteniuk.
Pero vamos a quedarnos con la primera parte,
captar información. ¿Qué tipo de información crees que vas a percibir cuando tienes la
vena del cuello hinchada y no paras de gritar a tus deportistas que hay que
echarle cojones? ¿Acaso ves más allá de lo malo que se está haciendo? ¿Eres
capaz de olvidarte de la decisión controvertida que ha pitado el árbitro?
Para todas estas preguntas, PRESENCIA. La
presencia es la facultad de ser consciente de lo que ocurre a nuestro
alrededor, estar presente en el momento en el que nos encontramos. Imagina
poder oír las pisadas de los jugadores, el ruido del balón mientras vuela por
el aire, ver los movimientos aislados del rival, sentir como se mueve tu
cuerpo…en definitiva tener una conciencia plena.
¿Y Cómo podemos entrenar la presencia?
Phil Jackson (ganador de 11 anillos de la
NBA), hacía practicar MEDITACIÓN a sus jugadores durante algunos minutos, antes
de salir a la pista a jugar los partidos. Ese equipo era los Chicago Bulls de
Michael Jordan, nada más y nada menos. Os recomiendo el libro donde explica
esto: “Canastas Sagradas”. Sólo necesitaban ponerse en una posición cómoda,
estar en silencio y durante 5 minutos ser conscientes única y exclusivamente de
su respiración, conectando con las sensaciones del cuerpo, la
postura, las tensiones, etc. Intentando estar presente allí. Con este método conseguía eliminar el
diálogo interno de sus cabezas, tranquilidad, descenso del estrés, aumentar la
percepción del detalle y la memoria. ¿A que esperas para probarlo?
Las decisiones que toméis estando
presente en el momento y lugar en el que os encontréis (entrenamientos y
competiciones), serán las mejores que podáis tomar.
Para tomar buenas decisiones es
imprescindible, también, tener control sobre nuestras emociones. Todos
conocemos situaciones deportivas en las no se tomaron buenas decisiones, debido
a la pérdida del control emocional, con peores consecuencias. El cabezazo de
Zidane a Materazzi en la final del Campeonato del Mundo de fútbol (https://www.youtube.com/watch?v=FRDpZoJy8PI)
o el enfrentamiento de Verdasco con el publico francés en la final del Torneo
de Niza (https://www.youtube.com/watch?v=v8aQcPHFOpg),
son dos ejemplos claros.
Cuando hay que echarle cojones para ganar,
¿qué emociones y sentimientos aparecen? Miedo, euforia, intranquilidad,
optimismo, cansancio, enfado, ansiedad, esperanza...
¿Y Cómo podemos entrenar las emociones?
Mantenernos enfocados en el logro de
objetivos sin que las emociones nos traicionen y nos saquen del propio deporte,
es una de las cuestiones más difíciles de lograr. Para eliminar estas
emociones/sentimientos que nos lastran durante la práctica deportiva, debemos
tener en cuenta las siguientes fases:
- TOMA DE
CONCIENCIA: Nos encontramos con la situación que va a desencadenar la emoción.
- ¿QUIERES
CAMBIAR? Empezamos a sentir algo… En este momento debemos hacernos las
siguientes preguntas: ¿Es esto lo suficientemente importante para hacerme
sentir…? ¿Está justificado que me sienta...? ¿Va a mejorar las cosas si siento...?
- ¿SABES
CAMBIAR? Llegamos al punto de carga emocional, es decir, cuando esa emoción
generada “explota”. En estos momentos, debemos aplicar la herramienta D.R.O.P: Detente,
Respira, Observa, Prosigue…
Ya sabemos como tomar buenas decisiones y sabemos como controlar nuestras emociones. Llegados a este punto, ya podemos chillar a los cuatro vientos ¡¡Cojones!!