sábado, 8 de agosto de 2015

"AIDA": LA FÓRMULA PARA QUE TUS JUGADORES TE SIGAN



¿Te imaginas poder transmitir a tus jugadores mensajes irresistibles para que compren tu “producto” sin dudarlo? (Recuerda que tú eres tu propio producto). Venga va, piénsalo al menos durante unos segundos… sería increíble, ¿verdad?

Durante las últimas décadas, profesionales del marketing de todo el mundo han confiado en la fórmula AIDA para conseguir aumentar sus ventas; o dicho de otra forma, obtener numerosos clientes que compraran sus productos y servicios. Perfeccionaban su mensaje de venta hasta tal punto que lograban persuadir a las personas con mensajes: orales, visuales o escritos.

Ahora que llegan las pretemporadas, todos los entrenadores cogemos lápiz y papel (u ordenador) y programamos cómo queremos trabajar con nuestros equipos. Esto es fácil, entendiendo que la formación de los entrenadores de hoy en día, en la mayoría de deportes, es media-alta. Lo difícil es saber transmitir lo que hay en nuestras cabezas a nuestros jugadores, que lo sientan como suyo y lo plasmen en la práctica del día a día.

¿Quieres descubrir en que consiste la fórmula AIDA y cómo puedes adaptarla a tu deporte para beneficiarte con su uso? ¡Estupendo, continúa leyendo!

¿Qué es AIDA?
AAtención: capta la atención de tus jugadores.
I Interés: despierta en ellos interés por la forma de trabajar que propones.
DDeseo: intensifica el deseo que tienen por tu proposición.
AAcción: pídeles que actúen de una determinada manera.

Si en cualquier equipo que dirijas llevas a tus jugadores a través de este proceso, los resultados están garantizados. ¿Te parece sencillo? La verdadera clave está en los detalles, en cómo hacerlo de una forma que sea efectiva y creíble.

Vamos pues a desarrollar uno a uno cada uno de los elementos de la fórmula:

ATENCIÓN
Es el elemento fundamental. Tienes que captar la atención de tus jugadores y que éstos quieran seguir escuchándote. Si esto falla, el resto no servirá para nada. Descubre cómo son y sabrás cómo atrapar su atención. Para ello podemos usar este tipo de preguntas abiertas: ¿Qué cosas les preocupan? ¿Cuáles son sus metas? ¿Cómo les gusta ser tratados? ¿Por qué juegan a ese deporte? ¿Qué es lo que más les cuesta? ¿Qué se les da bien? ¿A quién admiran? ¿Cómo se sienten haciendo lo que les gusta? ¿Qué tipo de jugador les gustaría ser?
 
Imagínate que vas por la calle y alguien grita la palabra “persona”. ¿Te giras? Seguro que no. Si dice “joven” (suponiendo que lo seas) puede que te gires pero sigue siendo una palabra demasiado vaga para que te pudieras identificar con ella. Pero si escuchas que dice tu nombre (por ejemplo Marcos), puede ser otro “Marcos” pero casi seguro que te vas a girar.

Pues bien, en nuestro caso es igual. Cuanto más conozcas a tus jugadores, más probabilidades tendrás de captar su atención.

INTERÉS
Ya hemos atraído su atención. Ahora debemos trabajar para que se interese por aquello que queremos ofrecerle.

Una buena forma sería mediante preguntas que pongan de relieve algún pasaje futuro de riesgo. Por ejemplo: ¿Quieres seguir perdiendo años sin ganar nada? ¿Vas a dejar que pase el tiempo sin que mejores?  Lo que intentamos lograr es que los jugadores tomen una mayor conciencia de los problemas que afrontarían de no seguir lo que les ofreces.

Otra forma sería contándoles una historia que ilustre cómo los protagonistas de la historia finalmente consiguieron el resultado que deseaban gracias a tu forma de trabajar.

También puedes explicarles el estilo de vida que pueden conseguir gracias a tu trabajo. Por ejemplo: “imagínate sentirte satisfecho con tu trabajo, con el reconocimiento de la gente que te rodea, adquiriendo unos valores que puedas utilizar en tu vida fuera del deporte… ¿No te gustaría?”.

DESEO
El interés no es suficiente para que tus jugadores actúen y hagan cualquier cosa que tú les pidas. Es necesario que estén deseando vivenciar lo que les ofreces.

Para crear ese deseo, la transformación es el paso definitivo. Es decir, hacerles ver y que lo visualicen, que con tu propuesta van a pasar de la situación 1 (inicio de temporada) a la situación 2 (final de temporada) consiguiendo lo que desean.

Para ello les mostraremos los valores que tienen nuestra propuesta: “seremos un equipo fuerte, guerrero, luchador y que no se va a rendir nunca”. Les ofreceremos “bonus” (actividades extradeportivas que consideren premios) que complementen su trabajo: “si nos esforzamos al 100% cada día disfrutaremos de una salida de convivencia”. Les propondremos retos: “Hay que llegar a enero entre los cuatro primeros”. Les mostraremos nuestro plan B para que sean conscientes de que diferentes caminos nos pueden llevar a donde queremos y con ésto estén tranquilos y confiados en nuestra propuesta.

ACCIÓN
Después de captar la atención de tus jugadores, despertar en ellos interés por lo que les ofreces y generarles un auténtico deseo, solo te queda decirles lo que quieres que hagan, que compren tu “producto” y lo apliquen de forma práctica lo antes posible.

Para ello, a estas alturas, debes tener diseñado un plan de acción en el que tus jugadores vean los pasos a seguir, las etapas a superar, cuáles son las metas de proceso a alcanzar en el camino hacia el objetivo final.

Pónselo fácil. Sé creíble. Si tus jugadores no te creen ya puedes prometerles la Luna que nunca harán nada por ti. Sé realista y demuéstrales que tu promesa es cierta y que tú mereces su confianza.

Después de todo…

¿Te plantearías transmitir tu mensaje a través de las fases de la fórmula AIDA? ¿Crees que es efectiva? ¿Te haría mejorar como entrenador? ¿Qué daría a tu equipo el transmitir tu mensaje a través de esta fórmula?

Si pruebas tu experiencia con AIDA, me gustaría que compartieras tus impresiones dejando tu comentario.

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