Tanto si eres un entrenador novato como si
ya “tienes el culo pelao”, como decía Luis Aragonés, una de las cosas que casi
con toda seguridad primero te planteas es: ¿cómo voy a gestionar a mi (nuevo)
equipo esta temporada? ¿Sabré hacerlo para conseguir el mayor éxito posible?
A lo largo de una temporada sabes que debes
gestionar muchísimos aspectos. Programas mesociclos y microciclos; preparas
entrenamientos; grabas partidos; etc. Y fuera de estos aspectos deportivos e
íntimamente relacionados con ellos, la gestión
de las personas se antoja fundamental a la hora de que puedas llevar a buen
puerto a tu equipo.
Por todas estas cosas y muchas más, poder gestionar
con éxito un equipo es uno de los mayores retos a los que te vas a enfrentar cada
día.
A partir de este momento, quiero darte a
conocer algunas pautas que puedes usar para poder gestionar con garantías de
éxito a tu equipo, creando un clima que te permita enseñar y formar a tus jugadores
con las mejores garantías.
¡Venga, que empiezo!
Esto es lo que necesitas para gestionar un equipo.
Seguro que si preguntas a nuestro amigo
google ¿qué necesito para gestionar un equipo?, te saldrán algunas decenas de
miles de entradas en las que poder informarte.
Lo que yo te planteo en este post es uno más
de esos métodos que a mí, como entrenador, me está sirviendo después de muchos
años entrenando.
Te propongo tres aspectos fundamentales para
una correcta gestión de tu equipo.
1.
Control del grupo humano con el que trabajas.
Si no controlas a tus jugadores no hay avance
posible. Por tanto, tendrá que convertirse en una de tus prioridades. No quiero
que pienses que, en este caso, hablo del término control desde una perspectiva
negativa, sino que lo veo fundamental para poder llevar a cabo cualquier
proceso relacional con tus jugadores.
Para conseguir ese control tienes que fijar límites. Para ello
tienes que organizar una reunión a principio de temporada (o cuando sea
necesario) con tus jugadores para elaborar cuáles van a ser las normas del
equipo.
NUNCA seas tú el que impone dichas normas,
puesto que entonces tus jugadores no las verán como suyas. Y si no, piensa
cuando te imponen una norma a ti y que debes cumplir, pese a no estar de
acuerdo.
Adáptate a las edades de tus jugadores,
guíales si es necesario, pero esa fijación de los límites y normas del equipo
debe ser conjunta.
La elaboración de las normas en un equipo da
para otro post pero, a modo de resumen, te doy algunas pautas para su elaboración:
- Evita
la palabra NO en la redacción de las normas. Prohibir provoca deseo… y lo sabes
(jejejeje)
- Las
normas tienen vida. Algunas “mueren” y otras “nacen” a lo largo de la
temporada. Las normas no son inamovibles para siempre.
-
Mejor
pocas normas y asimiladas que muchas y diluidas.
-
Que no
se te olvide que cada norma tiene que tener sus “consecuencias” en caso de no
cumplirla.
2.
Relaciones intrapersonales e interpersonales.
Nunca va a existir una buena gestión de tu equipo
si no hay una buena gestión personal.
Dicha relación tiene que ver con la gestión
de las emociones.
Para ello tienes que tener en cuenta ciertos
aspectos, como los que te voy a explicar a continuación.
No puede haber una buena gestión del equipo
si no existe un conocimiento por
parte de todos los componentes de tu equipo. Es decir, los jugadores tienen que
saber quiénes son ellos, como les ven el resto de compañeros y el entrenador,
quién es el entrenador, etc.
Desde mi punto de vista se trata de uno de
los retos fundamentales a los que nos enfrentamos todos los entrenadores.
Una buena forma de trabajar el autocontrol y
autoconocimiento es a través de dinámicas de grupo. Como por ejemplo ésta que
te resumo a continuación:
-
Cada jugador
tendrá una tarjeta como esta. Poniendo su nombre en cada parte y solo
rellenando la parte de ¿cómo soy? con tres adjetivos:
-
Después
reparte las tarjetas (dobladas por la mitad para que no se vea lo que han
puesto en el apartado ¿cómo soy?) de forma aleatoria, teniendo en cuenta que a
cada jugador le tiene que tocar una tarjeta que no es la suya. Entonces
rellenan el apartado ¿cómo me ven? Donde tienen que poner tres adjetivos del
compañero que le ha tocado.
- Posteriormente
se devuelve a cada uno su tarjeta y se les da un tiempo breve para que comparen
las dos partes.
- Por
último se hace una reflexión entre todos donde pueden aparecer preguntas como:
o
¿Coinciden los adjetivos de ambas
caras del papel?
o
¿Qué he sentido cuando he leído
los adjetivos que han escrito sobre mí?
o
¿He aprendido algo nuevo sobre
mí?
o
¿Volvería a escribir los mismos
adjetivos ahora?
o
¿Me conocen mis compañeros? ¿Y yo
a ellos?
Tampoco
puede haber buena gestión en tu equipo si no se practica la Asertividad. La asertividad es el equilibrio entre ser
agresivo y ser pasivo. Todos tenemos que ser capaces de trasmitir nuestras opiniones
sin humillar pero también sin ser sumisos. Aprendiendo a decir NO cuando creamos
oportuno pero siempre de forma educada y justificada. Además, fundamental para
ser asertivo es escuchar a la otra persona. ¿Verdad que te sientes mejor cuando
sabes que te están escuchando?
Esencial también que comuniques a todos tus jugadores
cual es su rol dentro del equipo. Si
todos saben cual es su función, la gestión del equipo será mucho más llevadera.
Y por último, saber comunicarte con tus jugadores
y que sepan hacerlo entre ellos,
es imprescindible para ser un buen gestor. Para ello te doy
algunos consejos:
- No
inicies ninguna conversación si tú o las otras personas estáis alterados.
- Nunca
juzgues antes de escuchar a la otra persona.
- Habla
el mismo lenguaje. Adáptate a la edad de tus jugadores.
- Elige
un buen momento y un buen lugar para iniciar la conversación.
- Fomenta
el uso de preguntas abiertas, es decir, que favorezcan una respuesta que no sea
sí o no.
3.
Entender qué es el rendimiento.
Pese a todo lo que te he contado hasta
ahora, al final, el rendimiento deportivo se convierte en la base para una buena
gestión del equipo. Si se gana, todo irá bien. Si se pierde, aparecerán los
problemas.
Por rendimiento me refiero más a un aspecto
individual que colectivo. Es decir, que cada jugador aprenda lo máximo posible
dentro de sus posibilidades. Esto inevitablemente va a aumentar también el
rendimiento global de tu equipo.
Si te pregunto que qué entiendes por
rendimiento, seguro que al final siempre aparecerá la palabra éxito, ¿verdad?
Pero ahora te pregunto. ¿Qué entiendes tú
por éxito en un equipo?
¿Me comprarías esta definición? El éxito es
la consecuencia de lograr ser un buen equipo, habiéndonos convertido en mejores
personas.
Y ser buenos jugadores y buenas personas
pasa por:
-
Tienes
que hacer ver a tus jugadores la diferencia entre la actitud con él mismo y la actitud con el equipo. Si algunas de las
dos faltan, no habrá éxito.
- Si no
les das un motivo y les incitas a que lo lleven a cabo (motivo+acción=motivación), no habrá mejora.
-
Debes
captar la atención de tus jugadores para
que empiecen a creer en ti (puedes leer mi post sobre la
fórmula para que tus jugadores te sigan).
-
Incúlcales
el respeto como forma de ser. Hacia
ellos mismos, hacia ti, hacia los rivales, hacia el árbitro/juez, hacia la
afición, etc.
-
Enseña
a tus jugadores a ser resilentes. La resilencia
es ser capaz de superar las adversidades para hacerte más fuerte.
Si has llegado hasta aquí te habrás dado
cuenta de que para gestionar un equipo, es necesario algo más que saber
preparar entrenamientos o programar.
Tienes que ser consciente de que se trata de
todo un reto, así que…
¿Te atreves a aceptar este
reto?
Me encantaría saber qué haces tú para
gestionar de forma eficaz a tu equipo. No te cortes, y escribe en los
comentarios.
Grandisimo post que me ha facilitado alguna herramienta más para con mi equipo como es la dinámica deL auto conocimiento.
ResponderEliminarSi mi propia experiencia me ayuda a crecer contigo Raúl me siento más grande.
Gracias
Muchísimas gracias Miguel.
ResponderEliminarMe alegro que te pueda servir para mejorar, tanto a tu equipo como a ti como entrenador.
Cada día más grandes ;-)
Un abrazo!!