¡¡Hola entrenador!! En el post de hoy voy a
cambiar de tercio.
Hasta la fecha, te he hablado de la figura
del entrenador, de sus jugadores o deportistas y de la relación existente entre
ambos.
Pero no quiero dejar de lado una de las
patas fundamentales sobre la que se apoya este proceso de enseñanza que llevas
a cabo a diario. Me refiero a las
familias de los deportistas.
Y no, no pienses que voy a soltar el rollo
de que las familias son lo peor del deporte; que se piensan que saben más que
tú; que sus actitudes en la grada dejan mucho que desear…y un sin fin de cosas
que poco a poco se han convertido en tópicos.
Yo quiero hablarte hoy de la familia como el
elemento potenciador del desarrollo
deportivo de tus deportistas.
Vale, se que te estarás acordando de aquella
vez en la que los padres de tu equipo te criticaban por todo lo que hacías y
decidías en los partidos (entre otros recuerdos más, jejeje). Pero créeme que
ellos también piensan que tú les criticas y les cuestionas.
Esta relación de amor y odio que existe
entre ambas partes, debería zanjarse a partir de una verdad absoluta: sus hijos
y tus jugadores son las mismas personas, las verdaderas protagonistas de esta
película que es el deporte.
Partiendo de esta premisa,
¿Crees
que las familias educan deportivamente a sus hijos e hijas?
En caso de ser cierta esta creencia, ¿por
qué entonces hay tan poco compromiso, actitud y esfuerzo en la gran mayoría de
los jugadores de hoy en día?
¿Crees
que prefieren delegar esa educación en profesionales como tú?
En caso de ser cierto, ¿por qué se
inmiscuyen entonces en tu trabajo?
Ante todas estas dudas y preguntas, quiero
invitarte a que reflexiones sobre lo que estoy exponiéndote en el post.
¿Ves
necesaria la comunicación, la colaboración y la complicidad con las familias?
Ellas han decidido que su hijo o hija
jueguen a tu deporte, por lo que ¿puedes aprovechar esa complicidad inicial para
fomentar un clima sano y de crecimiento en el equipo?
De entrada, ya te respondo que SÍ.
La implicación de las familias en los clubes
y en los equipos es fundamental para el desarrollo integral de sus hijos e
hijas (nuestros deportistas). No me refiero a que ensalcen lo bien que lo
hacen, hasta el punto de convertirlas en estrellas; sino a que su participación,
colaboración y coordinación con nuestro trabajo es primordial.
Bueno pues vamos a la práctica.
A partir de aquí quiero facilitarte un par
de cuestionarios que seguro te van a
facilitar ese contacto con las familias, recibir ambos un feedback muy positivo y coordinar acciones en ambos sentidos, con
el único objetivo de la mejora de tu
equipo y de tus jugadores.
Lo primero de lo que te voy a hablar es del
compromiso y de la actitud de tus jugadores. Para ello te recuerdo la pregunta
que te hacía hace un rato.
¿Crees que la educación deportiva (o la
falta de ella) que las familias inculcan a sus hijos e hijas, es importante
para el desarrollo de estos valores?
Mi opinión es que SÍ.
Si quieres saber cómo es la educación
deportiva que reciben los jugadores y al tiempo, que los padres se den cuenta
de cual es su implicación en la educación deportiva de sus hijos e hijas, aquí
tienes una serie de preguntas que les puedes plantear tanto en una entrevista
personal como en un cuestionario.
NOTA: cada vez que ponga la palabra hijo,
también me refiero a hija.
1. ¿Ayudas a tu hijo a que mantenga un nivel
importante de autoestima?
2. ¿Explicas a tu hijo porque le exiges y a
veces le pones límites?
3. ¿Promueves su responsabilidad y
autonomía?
4. ¿Transmites a tu hijo a través de tu
ejemplo, con tus acciones diarias, los valores y las actitudes que intentas
inculcarle?
5. ¿Mantienes, al menos, una conversación
semanal con él, para preguntarle por sus entrenamientos y partidos?
6. ¿Te interesas por sus relaciones sociales
dentro del equipo y del club?
7. ¿Propicias que en tu casa haya un
adecuado ambiente deportivo?
8. ¿Refuerzas a tu hijo o le ayudas si tiene
alguna duda o problema con alguna situación de juego, individual o colectiva?
9. ¿Facilitas a tu hijo libros, periódicos,
vídeos, etc. sobre el deporte que practica o relacionados con el deporte en
general?
10. ¿Le invitas a pensar y a analizar de
forma crítica aspectos referentes al deporte?
11. ¿Le informas de los beneficios que tiene
practicar deporte, tanto individual como socialmente?
12. ¿Conoces o mantienes amistad con padres
de los compañeros de tu hijo?
13. ¿Os reunís alguna vez con ellos para
disfrutar de actividades de ocio y conversáis sobre el equipo o el club de
vuestros hijos?
Después de contestar a todas estas
cuestiones, es necesario que tanto los padres como tú hagáis un análisis de las respuestas. Y si es
necesario (yo diría que es muy bueno) debatir
al respecto: tú con los padres y ellos con sus hijos.
Después de ver las preguntas, ¿Cuál crees
que es la educación deportiva que reciben en casa tus jugadores?
Bien, pues ya te he contado cómo averiguar
si tus jugadores vienen con una educación deportiva desde casa. Incluso puedes
usarlo para ayudar a los padres a que se den cuenta de cual es la educación
deportiva que le dan a sus hijos.
Pero luego te vas a encontrar con otros
casos. Aquellos en los que los padres prefieren delegar esa educación deportiva
en ti. Ya sea por falta de tiempo, de ganas o de ambas.
Pese a ello, mi consejo es que debes
inmiscuirles en la educación deportiva de sus hijos. En primer lugar porque ellos son los primeros educadores y en
segundo lugar porque tú tienes derecho a no sentirte solo en la educación de
sus hijos y la obligación de no trabajar sus espaldas.
Para que trabajes este caso, te voy a
proponer otra batería de preguntas para que las utilices a conveniencia con los
padres de tus jugadores.
Empiezo.
1. ¿Conoces el club de tu hijo?
2. ¿Conoces a algún padre o madre que sí
participen en él?
3. En caso afirmativo, ¿Hablas al menos con
ellos para informarte?
4. ¿Conoces los beneficios concretos que
tiene vuestro hijo por pertenecer al club o equipo en el que hace deporte?
5. ¿Conoces a alguien de la directiva del
club? ¿Y ellos a ti?
6. ¿Conoces a los entrenadores y en concreto
al de tu hijo?
7. ¿Informas al club o al equipo acerca del
contexto en el que se mueve tu hijo fuera de él, de su carácter, conducta en
casa, relación con hermanos y amigos, actividades, etc?
8. ¿El diálogo con el club o equipo lo haces
de forma asertiva?
9. ¿Sigues de cerca la evolución deportiva
de tu hijo, sus resultados, sus progresos?
10. ¿Cuáles son las expectativas o
aspiraciones en relación con la educación deportiva de tu hijo?
11. ¿Crees que éstas son compartidas por su
entrenador?
12. ¿Son estas expectativas que tienes para
tu hijo, coherentes con los comportamientos de tu entorno familiar?
A modo de conclusión, a estas alturas seguro
que sabes que las relaciones con las familias dentro de un equipo o club podrían
ser más fluidas de lo que son.
Espero que con este post, pueda ayudarte a
mejorar ese vacío en el que nos encontramos muchas veces como entrenadores.
Y recuerda que las familias son esenciales para el éxito de tu equipo.
Me encantaría saber las experiencias, tanto
positivas como negativas, que has tenido a lo largo de tu vida de entrenador,
con las familias de tus jugadores.
Así que, anímate y deja tu comentario.
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